Basta teclear en internet: “prostitutas Oaxaca”, para que se desplieguen 171 mil resultados diversos. De los primeros cinco consultados al azar, sólo uno despliega un mensaje para especificar que el contenido es “para adulto”; otro adverte que quien consulta el sitio debe tener más de 18 años y que no se permite incluir “material pornográfico infantil”.
El resto de opciones por lo general muestran de manera directa fotografías de mujeres con poca ropa, en bikini, en lencería, desnudas o incluso durante encuentros sexuales explícitos. “no llames a nadie mas (sic) papi aqui (sic) estoy yo soy autentica y real mis fotos son reales asi (sic) que no tengo por que taparme la cara llamame y adonde tu (sic) estes (sic) yo llego hagamos locuras…” se puede leer en uno de los anuncios.
Si el número que ahí se indica no está disponible, existen más opciones: “Te ofrezco un trato amable soy una niña super sensual y con ganas de hacerte pasar un rato inolvidable”, se lee en otro anuncio. El número de teléfono aparece como marca de agua en las fotografías y la publicación indica que es de este mismo sábado.
“Llamame pasemos un rato agradable y hagamos el amor el tiempo que tu quieras”, es la invitación que acompaña a las cinco fotografías de Clara, cuyo rostro está oculto con un corazón rosa. Si se le marca ella pide: “Instalate en un motel y hotel, indicame en qué habitación estás y yo llego. Por una hora te cobro mil 600. También te manejo oral, masajitos y trato de novios”.
Un medio de sobrevivencia
Más que una elección, para la directora de regional de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas para América Latina y el Caribe (CATWLAC por sus siglas en inglés), Teresa Ulloa Ziaurriz, la prostitución, ya sea en calle o a través de internet, es un medio de sobrevivencia.
Si existieran oportunidades de desarrollo real, las mujeres no tendrían que optar por la prostitución.
“La mayoría de las mujeres que dicen haber elegido la prostitución es porque no tenían otra posibilidad para sacar adelante a sus hijos o hijas, y no saben hacer otra cosa. Para mí no es una elección cuando no tengo otras oportunidades, es un medio de sobrevivencia”, apunta.
Entrevistada vía telefónica desde la Ciudad de México, lamenta que la autonomía que las mujeres han ganado para controlar su sexualidad no tenga un impacto real en la reducción de la trata de personas con fines de explotación sexual o de la prostitución.
En ello la pornografía por internet ha jugado “un papel muy perverso” que da glamour a la prostitución y referentes equivocados a los adolescentes, quienes desde los ocho años empiezan a consumir pornografía.
Es entre los 12 y 14 años, cuando construyen su identidad sexual, que ven que sus referentes no corresponden a los hombres que hacen pornografía ni de relacionarse en la vida real con las mujeres que ahí aparecen. Tampoco pueden mantener las “relaciones sexuales muy violentas” que muchas veces se muestran.
El uso de internet ha globalizado la industria del sexo, pero además incrementó la trata e incluso otros delitos como el feminicidio, “porque cuando una mujer ya no sirve a su explotador se deshace de ella, sobre todo cuando las explota un grupo de la delincuencia organizada”.
Aunque en apariencia la prostitución que se promociona desde internet no tiene un “padrote” de manera abierta, en opinión de la activista “los proxenetas o explotadores” siguen estando presentes. La diferencia es que no se ven de manera tan abierta.
Información de www.nvinoticias.com
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