El paso de la tormenta tropical Narda dejó en una situación de desastre a las comunidades del pueblo negro La Boquilla de Chicometepec y Collantes, por el desbordamiento del río de La Arena.
Ante la dimensión de las afectaciones, soldados del Ejército Mexicano y agentes de la Guardia Nacional acudieron a La Boquilla de Chicometepec, perteneciente a Santa María Huazolotitlán, a auxiliar a los damnificados.
El agente municipal de esta comunidad, Roberto Rodríguez Aguilar informó que la salida del río provocó daños en un 80 por ciento del núcleo poblacional, al inundar al menos entre 350 y 450 casas.
“El agua causó mucho mal, alcanzó más de un metro y medio. Muchas viviendas aún están con agua”, señaló.
Explicó que unas 80 familias damnificadas pasaron la noche en refugios temporales instalados en una escuela pública y en el templo católico.
“Los demás se quedaron vigilando sus domicilios”, anotó.
Observó que el desbordamiento habría sido catástrofe en La Boquilla de Chicometepec, si la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no repara el bordo del río.
“El agua no rompió el bordo, solamente pasó por arriba, porque de lo contrario, estaríamos ante una tragedia”, anotó.
Retiran lodo, recuperan pertenencias
Subrayó que los habitantes, con la ayuda del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional, así como de trabajadores del ayuntamiento, han comenzado a sacar el agua y el lodo de sus domicilios, así como a recuperar algunas de sus pertenencias.
“Toda la población está trabajando en eso”, agregó.
Destacó que el desbordamiento también causó severos daños en alrededor de 200 hectáreas sembradas de papaya, limón, coco y ajonjolí.
“Los cultivos y los caminos cosecheros, están desechos”, remarcó.
Ante esto, demandó a las administraciones federal y estatal brindar ayuda humanitaria emergente a su comunidad, principalmente despensas, porque los habitantes están dedicados a las tareas de limpieza y por no haber perdido en gran parte sus cultivos.
Además, pidió a la Conagua hacer una revisión del bordo del río de La Arena, para conocer si no presenta daños.
“Queremos que no nos vuelva a afectar, queremos vivir seguros”, agregó.
La autoridad municipal, también requirió a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) verificar si la corriente no arrastró a cocodrilos a lagunas pequeñas o charcos, cercanos a la comunidad.
“Es una zona de cocodrilos, pero no queremos que nos acechen”, terminó.
En Collantes
El agente municipal de Collantes, Gerardo Tejada Silva informó que en esa comunidad, perteneciente a Pinotepa Nacional, el desbordamiento del río de La Arena inundó a unas 200 viviendas en los barrios Palma Seca y El Mango.
“Llegó el agua bien arriba, esa pobre gente perdió todo, su ropa, camas, estufas, sus refrigeradores, todo quedó entre agua y el lodo”, asentó.
Aparte de esto, resaltó que el agua provocó perjuicios en unas 100 hectáreas de maíz, en 80 de papaya maradol y en 60 de ajonjolí.
“Acababan de sembrar el ajonjolí. Es pérdida total”, refirió.
La autoridad pidió a los gobiernos federal y estatal enviar ayuda humanitaria a Collantes, para atender principalmente las necesidades de alimentación de los damnificados.
“Despensas, lo que se pueda, porque todas las personas se quedaron sin nada. Además, anda limpiando y arreglando sus casas”, apuntó.
Información de nvinoticias.com
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