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Pescadoras de Pinotepa Nacional dialogan en el Encuentro de Mujeres Costeñas y Soberanía Alimentaria

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Pescadoras de Pinotepa Nacional dialogan en el Encuentro de Mujeres Costeñas y Soberanía Alimentaria

«Ser pescadora es un orgullo»… «necesitamos crear nuestra cooperativa», afirman en conversatorio, donde demandan la apertura de la bocabarra en la laguna de Alotengo.

Pescadoras, campesinas y emprendedoras de la región de la Costa de Oaxaca conmemoraron el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, este 25 de noviembre, con el «Encuentro de Mujeres costeñas y soberanía alimentaria».

Desde las ocho de la mañana, pescadoras de las comunidades de Minitán, Pie del Cerro y Corralero instalaron en la explanada del palacio municipal de Pinotepa Nacional sus respectivos espacios para ofrecer platillos elaborados con los diferentes productos que obtienen de la laguna, el mar o el campo: tamales de mejillones (conocidos como tichinda), camarones a la diabla, arroz con mariscos, pescadillas, tiritas de pescado y caldo de res con plátano macho. Aguas de frutas de la región, atoles, dulces de leche, entre otros.

Mujeres de la comunidad de Guadalupe Victoria expusieron sus vinos naturales de frutas de la Costa; del municipio de Huaxpaltepec, productos derivados de las abejas, y de Santa María Huazolotitlán, los derivados del coco.

Asistentes al evento y transeúntes degustaron de la variedad de platillos, cuyo sabor puede variar de una comunidad a otra debido a los ingredientes que utilizan en su elaboración.

En la jornada –organizada por la asociación La Ventana y el proyecto Afropescadoras, en alianza con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnologías, la Universidad del Mar, la Fundación Mar…es de México y el Ayuntamiento de Santiago Pinotepa Nacional–, la Instancia Municipal de las Mujeres informó de los servicios que ofrece y repartió materiales impresos sobre prevención de la violencia de género contra las mujeres. La titular, Mayra Herrera, afirmó que Pinotepa Nacional es uno de los cuarenta municipios de Oaxaca con declaratoria de Alerta de Violencia de Género.

Como parte de las actividades, se montaron dos exposiciones, una pictórica y otra fotográfica. La pictórica estuvo a cargo de la artista plástica veracruzana Ingrid Sáenz, con grabados de su autoría, representando –dijo– «a las mujeres afrodescendientes de la región, de la manera en que nos gustaría ser representadas, sin estereotipos, ni prejuicios impuestos, sino con dignidad, como mujeres que sostenemos a las comunidades, somos trabajadoras y estamos a cargo de las familias».

Parte del material se complementó con grabados de sus alumnos de las comunidades de la Costa Chica de Oaxaca, donde ha impartido talleres a la niñez y juventud.

En la exposición fotográfica, de Fernando Cordero, de Mar…es de México, se exhibieron imágenes del Sistema Lagunar Corralero Alotengo y su gente. Se anunció que buscarían llevarla a las comunidades donde fueron tomadas las fotografías, para que la población las conozca y reflexione sobre el cuidado del medio ambiente, y para acercar el arte a estos espacios.

Los conversatorios y la proyección de videos devinieron espacios de reflexión y búsqueda de alternativas en torno al patrimonio biocultural y la soberanía alimentaria. El primer conversatorio lo coordinaron Genaro Guevara e Inti Escalona.

En el segundo conversatorio, moderado por la acapulqueña Nadia Alvarado Salas, se abordaron las aportaciones respecto de las mujeres en la región, así como las dificultades y los retos. Participaron Lucila Zárate Domínguez, de la comunidad de Minitán; Julieta López López y María de las Nieves García, de la comunidad de Pie del Cerro, y Jessica Colón Rodríguez, de Corralero.

Las cuatro participantes de este diálogo aseguraron que han sido sus padres, abuelos, tíos o esposos, quienes les han enseñado a ser pescadoras, oficio que se aprende por ser la principal fuente de alimento e ingreso en su comunidad, a la par con la agricultura. Coincidieron en que ser pescadora es algo muy valioso, en virtud de que la venta de lo que pescan constituye el sostén económico de las comunidades del Sistema Lagunar Corralero Alotengo, más conocido como Laguna de Corralero.

María de las Nieves, originaria de Pinotepa Nacional, quien formó familia con un pescador de Pie del Cerro, compartió: «Ya ahorita tengo diez años viviendo allá y, pues, yo ya sé remar, ya sé tirar el trasmallo; ya puedo pescar con el anzuelo, sacar la tichinda… yo sí me volví pescadora. Para mí significa un orgullo porque no todas las mujeres sabemos pescar, no todas las mujeres son pescadoras. Y para mí es un orgullo ser pescadora y un orgullo también ser de Pie del Cerro».

Jessica manifestó: «Para mí es un orgullo saber esto… es un arte. Porque como dice la compañera, no cualquiera tiene el don de hacerlo, porque muchas, a veces vamos, pero no se nos da de hacerlo… ya en cambio, pues las generaciones antepasadas son las que han tenido esa paciencia de enseñarnos ese arte para que no se nos olvide y así, nosotras poderlo pasar también a nuestros hijos y sucesivamente, ya que vivimos en zona costera y es de lo que nos mantenemos».

Sobre los beneficios que les ha dejado, Julieta subrayó: «Es muy importante la pesca, porque de ahí, poco a poco, vamos sacando para mantener a nuestros hijos, a sacar a nuestra familia adelante y pues a veces la enfermedad ahí anda dando vueltas… y pues ahí andamos luchando para sacar más adelante a nuestra familia».

María de las Nieves también precisó que el dinero de la pesca se debe saber administrar: «Yo creo que el compromiso que tenemos es que si vamos a pescar, ya llegamos, vendemos el pescado y ya, pues, nos hacemos de nuestras cositas. Aparte… pues ahorramos por si algún día nos enfermamos, o alguna emergencia, ya tenemos de dónde estar agarrados».

Mencionaron que una de principales dificultades para pescar, es el aumento de cocodrilos en la laguna, que nombran comúnmente alagartos. «Al menos para mí, un problema son los alagartos; y no los puedes matar, porque si tú matas esos animales, está prohibido por el gobierno. La verdad, nada se ha hecho; porque han ido unos compañeros a darnos unas pláticas para tener cuidado de esos animales, pero esos animales no te les puedes acercar porque son peligrosos… al menos para mí lo son. Y hay bastante alagarto en la laguna de Minitán, Corralero, Pie del Cerro… es la misma laguna», explicó Lucila.

Otra de las demandas más frecuentes es la apertura de la bocabarra y la protección de la zona lagunar. «El problema ahorita que tenemos grande es que está cerrada la bocabarra; si está cerrada la bocabarra, nuestra laguna no tiene oxígeno, no tiene salinidad; y a esto se deriva que se nos muere la tichinda, y ya nosotros no tenemos qué vender, qué sacar… igual el pescado no produce porque les hace falta la sal», se quejó Jessica.

Agregó que otro problema que tienen es la tala de los manglares. «Si talan los manglares, tampoco tenemos tichinda. ¿Qué se ha hecho para resolver esa problemática? Pues hasta ahorita nada. Ahorita estamos en proceso de que nos autoricen el reglamento de la población para cuidar ciertas zonas donde tenemos nuestro manglar, para cómo cuidar también nuestra tichinda; y ojalá, primeramente Dios, que llegue el dragado para que así, al abrir la bocabarra, vamos a tener más contenta a la comunidad, tanto en las comunidades vecinas como a la de nosotros, Corralero, ya que al abrir la bocabarra, pues entra más pescados también», agregó.

Y aclaró: «Si pueden agilizar más el proceso del dragado, pero también ser conscientes de las zonas de tiro, para no afectar también a nuestro sistema ecológico, que es el manglar, pero en eso sí nos apoyarían, porque ése es el sustento para quienes vivimos en las comunidades a orilla de mar: que estando la boca abierta, pues yo creo que nuestros maridos y nuestros hijos no tendrían que emigrar a los Estados Unidos. Ahorita se está viendo que la mayoría se está yendo para allá, ya que no tenemos un sustento para nuestros hijos, para nuestra familia y tienen que emigrar para mandarnos un poco de ayuda. Y así, si las autoridades nos ayudaran a agilizar ese proceso del dragado o si dieran algunos proyectos para que uno pudiera trabajar en las comunidades, sin necesidad de tener que irnos a otros lugares».

El huracán Otis también nos afectó

El producto de la pesca se vende en las comunidades, en la ciudad de Pinotepa Nacional y otros municipios aledaños en la Costa Chica de Oaxaca, llegando incluso hasta Acapulco, en el vecino estado de Guerrero. Si bien los hombres de la comunidad pescan, la venta es un trabajo donde predominan las mujeres.

Lucila aseguró que el paso del huracán Otis mermó sus ingresos. «La verdad, nos afectó, porque al menos yo tengo unas personas que iban a comprarme el producto; dejaron de ir o iban y lo querían más barato, porque decían que no había entrada de pescado a Acapulco, que no se podía vender el producto. Y eso nos afectó a toda la familia. Y pienso que también a otras personas, porque no hubo venta para nada, porque no podían entrar a vender a Acapulco. Eso nos decían», explicó.

Jessica añadió que en sus comunidades los servicios básicos también dejaron de funcionar tras el impacto del meteoro. «No teníamos luz. No teníamos hielo. El huracán nos afectó, estuvimos varios días sin luz y estuvimos sufriendo también porque se nos echaban a perder las cosas, el pescado. Así como lo sacábamos teníamos que buscar la manera de cómo sacarlo para que no se nos echara a perder», detalló.

Julieta agregó que también se quedaron unos días sin agua potable y con la dificultad de vender el pescado recurrieron a su segunda alternativa. «Varias personas nos dedicamos al campo… sembramos maíz también y pues el maíz ya no lo comprábamos», dijo.

Una naciente cooperativa de mujeres pescadoras de mejillones.

Una de las propuestas para mejorar su situación es estar organizadas en una cooperativa. Jessica explicó: «Yo creo que si tuviéramos en nuestras comunidades como una pequeña empresa donde nosotros podamos recolectar nuestros productos y tener esa facilidad de hacer entregas o de ser reconocidas para entregar nuestros productos, que serían la tichinda, el pescado, la jaiba, el camarón, los ostiones… sabemos que todo esfuerzo es un sacrificio, pero ya no tener que vender casa por casa; y si tenemos un lugar como las cooperativas, tener un lugar donde nosotras podamos entregar y nos compren nuestros productos».

María de las Nieves aseguró que con la cooperativa habría más oportunidades para todas, y agradeció a Ania Chamú Martínez y Genaro Guevara Cortina, de La Ventana AC, por el acompañamiento y la asesoría que les están brindando para crear su propia cooperativa a través del proyecto Afropescadoras.

Respecto a su participación en las diferentes reuniones y asambleas, así como en la postulación de cargos como agente municipal o de policía en sus comunidades, señalaron que el machismo la impide, ya sea porque se argumenta que no son ejidatarias o por la creencia arraigada de que las mujeres deben quedarse en la casa y no opinar en asuntos de toma de decisiones.

Lucila comentó: «Lo que pasa, que en Minitán, los hombres, como son muy machistas… porque ahí invitan a una reunión, que vayan los hombres; las mujeres no, porque hablan mucho; porque a veces las mujeres tenemos más opiniones que los hombres. Yo pienso que si quedara una mujer de agente sería muy diferente, porque las mujeres nos unimos más que los hombres, al menos en mi comunidad».

En ese sentido, Jessica afirmó que la existencia de una cooperativa podría también fortalecer su participación. «El beneficio de tener nuestra cooperativa… seríamos más escuchadas, tendríamos más valor en un papel que nos destaque, que digan: “Ellas tienen su cooperativa y también tienen derecho a participar”. Porque en mi comunidad (Corralero), son cuatro cooperativas de hombres; no hay cooperativas de mujeres, sería la primera, que ahorita estamos luchando para que se haga».

Julieta y María de las Nieves aseguraron que el agente municipal en Pie del Cerro sí incluye a las mujeres en las reuniones e incluso participan más que los hombres y consideran que esa es una manera de combatir el machismo y la apatía. «Nosotras lo apoyamos para que vea él que también las mujeres podemos y, pues, solo no lo vamos a dejar», advierte.

Al finalizar el conversatorio, Julieta, María de las Nieves, Lucila y Jessica reconocieron que ésta es una experiencia nueva para ellas, de aprender, de escuchar las opiniones de otras compañeras, de perder la vergüenza, el miedo a hablar. Es la primera vez que ellas tuvieron la oportunidad de participar en un conversatorio donde su voz y su trabajo como mujeres pescadoras tuvo reconocimiento y un lugar importante, algo que compartirán con las compañeras de sus comunidades que no pudieron venir a este encuentro.

La satisfacción y alegría que resultó de este diálogo en el que también participó el público con sus preguntas y comentarios, se incrementó al realizarse la calenda en la avenida principal de la ciudad, guiadas por la danza de Las Diablas, de la comunidad de Collantes, que se intercaló con la grabación del tema Canción sin miedo, de Vivir Quintana, y El Palomar, entre consignas de las asistentes que pedían cese a la violencia contra las mujeres, adolescentes y niñas.

Al volver a la explanada se realizó un programa cultural donde Las Diablas de Collantes invitaron a bailar al público presente. En el conversatorio sobre Cuerpo y Territorio, a cargo de Clara Vázquez Mendoza, se informó sobre el proceso organizativo para el autocuidado del cuerpo y el reconocimiento de la riqueza en su territorio, iniciado con mujeres del Sistema Lagunar Corralero Alotengo a la par del que se realiza con el monitoreo de tichinda del proyecto Afropescadoras.

Posteriormente, el grupo de danza de son de artesa de Corralero, dirigido por Paula Cruz, bailó sones de tarima, y un grupo de jóvenes de la cabecera municipal presentó el baile Jerusalema, tema de origen sudafricano que se dio a conocer durante la pandemia del coronavirus.

Julia Herrera, regidora de Desarrollo Agropecuario Ecología y Medio Ambiente, agradeció a nombre del ayuntamiento de Pinotepa Nacional y reconoció a La Ventana por el gran trabajo de equipo que han realizado en favor de las mujeres pescadoras de las comunidades de la laguna de Corralero, sumando esfuerzos y voluntades de instituciones y la sociedad.

De acuerdo con Inti Escalona, promotor del evento, el objetivo fue visibilizar el rol de las mujeres en la soberanía alimentaria, «reuniendo una muestra de los principales productos locales que forma parte de la dieta alimenticia de los pueblos de la costa, así como de las actividades productivas y manifestaciones culturales donde las mujeres son protagonistas». Anunció que esperan continuar con la edición de dicho encuentro al menos el próximo año.

Texto: Nadia Alvarado Salas
Fotos: Cortesía de La Ventana AC

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